Katherine Zamorano, estudiante de la carrera de Licenciatura en Historia con mención en Gestión y Administración Sociocultural, fue parte de los 17 expositores/as del II Encuentro Jóvenes y Patrimonio, en el que se dieron cita más de doscientos actores/as involucrados/as en temas patrimoniales. Su misión fue contar su experiencia en el “Club de los sábados”, programa del Consejo de Monumentos Nacionales que reúne a interesados/as en aprender sobre patrimonio material e inmaterial.
Texto y fotografía, María José Silva Costa.
“Queremos mostrar cómo desde distintas disciplinas se pueden lograr cosas exitosas en el ámbito cultural más allá de la mentalidad fatalista que se tiene de que trabajar en cultura es difícil o que no hay presupuesto. La idea es ir eliminando de a poco esa noción y darle un enfoque más positivo”, afirma Katherine Zamorano, estudiante de la carrera de Licenciatura en Historia con mención en Gestión y Administración Sociocultural, a propósito de su participación en el II Encuentro de Jóvenes y Patrimonio, organizado por el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), el Instituto Nacional de la Juventud (Injuv) y la Facultad de Arquitectura, Arte y Diseño de la Universidad Diego Portales, institución que albergó el desarrollo de la actividad, realizada los días 27 y 28 de noviembre.
El secretario ejecutivo del CMN, José de Nordenflycht, destacó que la iniciativa “abre canales de participación que potencian el compromiso de los jóvenes por desempeñar un rol activo en la conservación preventiva y protección del patrimonio”. En esa línea, Katherine reafirmó que el sentido de la actividad es “convocar a los jóvenes del país para que se interesen en los temas patrimoniales”. Ella fue parte de los diecisiete expositores/as que dieron a conocer acciones individuales y colectivas en este ámbito, como Daniela Assael, de Plataforma Urbana; Pamela Cerda, de Arica Revive; Miguel Delso, Fundación Reclaiming Heritage; Luis Darmendaril, Blog Concepción Histórico; Marco Araya, Bicipaseos Patrimoniales; Jaime Álvarez, Agrupación Sociocultural Legua York.
En su caso, abordó la experiencia de participar en el “Club de los sábados”, espacio generado por el CMN que reúne a jóvenes entre 15 y 29 años, en torno a la acción y reflexión sobre el patrimonio cultural y natural. “El jueves estuvieron convocadas agrupaciones como el Colectivo Rescata y Patrimonio Urbano, con la idea de señalar que es posible armar agrupaciones exitosas. Y el día viernes, en el que yo participé, estuvo enfocado a mostrar cómo se pueden financiar estos proyectos. Se presentaron iniciativas del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, y estuvo el diputado Giorgio Jackson. El propósito fue demostrar que desde la política, el trabajo estudiantil y, en general, desde todas las disciplinas, se puede hacer un aporte”, sostiene.
Educación no formal
“Somos Vulnerables”, “Laboratorio Juvenil”, “Taller ciudad y ciudadanía”, son otros de los programas que el CMN ofrece en el contexto de la iniciativa Jóvenes por el Patrimonio. “En las mallas curriculares de los colegios no está incluido el tema, por ello la importancia de estas iniciativas que acercan al conocimiento y valorización del patrimonio material e inmaterial, en una instancia de educación no formal”, comenta Katherine, quien se sumó a los encuentros del “Club de los sábados” por una motivación personal. Como estudiante de Licenciatura en Historia necesitaba resolver algunas preguntas e inquietudes sobre patrimonio. “¿Por qué tiene relevancia el patrimonio histórico?, ¿qué es?, ¿cómo lo veo?, ¿cómo lo siento? Ya tenía la parte teórica pero me faltaba el lado práctico del asunto, que uno enfrenta cuando ya sale a trabajar”.
La joven valora su participación en el “Club de los sábados”, sobre todo porque se genera una interacción entre distintas disciplinas, incluso con algunas que podrían pensarse no directamente relacionadas con el área. “Tuve la experiencia de conocer un ingeniero que participa en estos encuentros. En su empresa le decían que si había que derribar algo, fuera lo que fuera, para construir una nueva torre, había que hacerlo. Pero él quería averiguar si de verdad valía la pena conservar estos lugares históricos, y se dio cuenta de que sí es importante”.
También destaca que estas reuniones le han servido para relacionarse con personas vinculadas a ciertos inmuebles o barrios patrimoniales estudiados. “De repente conocíamos gente en la calle que nos contaban la historia del lugar, y nos decían que a ellos no les gustaría que cambiara tal cosa. Uno se va enriqueciendo con la experiencia de los demás”, asegura la estudiante.
El académico Rafael Chavarría, por su parte, valora la participación de Katherine Zamorano en el II Encuentro Jóvenes y Patrimonio. “Es la única persona de las que expuso en esta actividad que se encuentra en proceso formativo; el resto de los participantes son profesionales o lideran algún tipo de iniciativa patrimonial. Lo importante, es que pudo sentarse en la misma mesa con personas que ya reúnen todas las competencias de gestión y liderazgo”, remarcó Chavarría, profesor disciplinar de gestión cultural de la Facultad de Humanidades.
*Texto publicado el miércoles 3 de diciembre de 2014.