Investigación revela la incidencia de la tecnología en temas de seguridad pública

Carolina  ValenzuelaLa Universidad, a través del Núcleo de Investigación Interdisciplinar en Seguridad y Gobernabilidad del Centro de Estudios Enzo Faletto (CEEF) de la Facultad de Humanidades (FAHU), está desarrollando un trabajo que promete generar un alto impacto en el diseño de las políticas públicas de varios países de la Región. Se trata del proyecto “Innovación tecnológica para la seguridad en América Latina”, que cuenta con el apoyo de la Fundación Motorola Solutions y del que, recientemente, se dieron a conocer sus resultados preliminares enfocados a la seguridad y el uso de tecnologías. La psicóloga Carolina Valenzuela (en la foto), coordinadora del equipo de investigación que lidera la académica Lucía Dammert, destacó en esta entrevista con Foro Griego, los aspectos claves de la iniciativa.

Texto, María José Silva Costa, periodista Comunicaciones FAHU.

Retrato, Marcó Avilés, gentileza Dpto. de Comunicaciones U. de Santiago.

  La (in) seguridad es un tema que cruza la agenda de América Latina y ha concitado un amplio de interés de investigadores/as de las Ciencias Políticas y Sociales. En esa línea se enmarca el proyecto “Innovación tecnológica para la seguridad en América Latina”, que lidera nuestra Universidad con el apoyo de la Fundación Motorola Solutions, entidad norteamericana que concentra sus esfuerzos e interés en temáticas asociadas a seguridad pública y educación.
  El estudio está a cargo del Núcleo de Investigación Interdisciplinar en Seguridad y Gobernabilidad del Centro de Estudios Enzo Faletto (CEEF) de la Facultad de Humanidades (FAHU), y su equipo de trabajo, dirigido por la académica Lucía Dammert, ya ha dado a conocer los resultados de la primera fase del proyecto, enfocado en la seguridad y el uso de tecnologías, con especial detención en la situación actual de la seguridad pública en la Región; proyectos innovadores; y revisión sobre la tecnología aplicada en la Copa Mundial de Fútbol Brasil 2014.

  “En nuestra investigación hemos explorado tanto las complejidades como las oportunidades que el uso de la tecnología presenta en dos áreas que son de especial interés en Latinoamérica: la seguridad pública y la prevención de riesgos ante desastres naturales. Las iniciativas desarrolladas para ambas áreas son prometedoras, y están vinculadas a los procesos de prevención del delito, así como a las mejoras en la gestión de la respuesta a desastres. La información que hemos reunido revela que la Región aún enfrenta importantes desafíos, pero también que muchos organismos públicos se han comprometido a potenciar sus respuestas y a innovar la forma en que diseñan e implementan las políticas públicas”, sostiene la profesora Dammert, respecto al alcance de la iniciativa.
  Según explica, por su parte, la psicóloga Carolina Valenzuela, quien ha coordinado al equipo de investigación -, compuesto, además, por Anamaría Silva, Paulina Vargas y Mario Vergara-, el objetivo del trabajo es mostrar cómo las innovaciones tecnológicas pueden ser herramientas eficaces en la prevención, control y respuestas en temáticas de seguridad. De esta manera, el estudio “se convertirá en un aporte para todos los organismos y fuerzas responsables de garantizar la seguridad de la población, entregando información actualizada e imparcial sobre las prácticas más innovadoras y efectivas en seguridad”, indica la profesional.
  La segunda fase y el estudio completo estarán disponibles en diciembre, y con ello se obtendrá una muestra de las políticas públicas más atractivas implementadas en ocho países de la Región: Argentina, Chile, Brasil, Colombia, Ecuador, México, Panamá y Perú”, destaca Carolina Valenzuela, quien ahondó, en esta entrevista, sobre los aspectos claves que envuelven el Proyecto.

 _ ¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta Latinoamérica en temas de seguridad?

_ Una fase del estudio examina las innovaciones tecnológicas que se han desarrollado en la Región para potenciar la seguridad, y lo que se constató es que se han hecho grandes esfuerzos por incorporarlas. Lo que falta son avances en términos de gestión, de educación sobre cómo usar la tecnología, porque se puede contar con un instrumento de última generación, pero si no se sabe utilizar, no tiene sentido. Los avances tecnológicos plantean múltiples desafíos para la seguridad, a nivel de gestión de información y su aplicabilidad en la prevención y control. Por ejemplo, en algunos países existe un número único de emergencia, como el caso del 911 en Estados Unidos, que involucra una implementación en términos tecnológicos y educación en términos sociales de cómo se debe usar.

 _ La seguridad es un tema recurrente de las campañas políticas y una prioridad de los gobiernos. ¿Por qué resulta tan complejo enfrentarla?

_ La criminalidad es un fenómeno multidimensional, que toma distintos alcances y matices según la realidad de los países. Por ejemplo, uno de los principales problemas en México y Centroamérica es el crimen organizado, mientras que en el Cono Sur, cobran fuerza los delitos contra la propiedad. Ambos son problemas de delincuencia, pero sus bases son diferentes y las consecuencias son las mismas para todos: inseguridad y temor. Es difícil tratar el tema de la seguridad porque hay ciertas subjetividades que son complejas de manejar, como la percepción personal que incide en que los datos arrojen aumento o baja en la tasa de victimización. Hay que pensar que es distinto lo que hace que una persona se sienta segura en Colombia o México, a lo que ocurre si se trata de alguien que vive en Chile, donde por más que se diga que van a salir más Carabineros a la calle, la gente sigue sintiéndose insegura.


_ ¿De qué manera las nuevas tecnologías podrían aportan a reducir los niveles de inseguridad en la población?
_ En términos comunicacionales, las nuevas tecnologías son vitales. Ayudan a que la información sea rápida en términos de gestión de riesgos y emergencias. También permite una comunicación fluida, lo que aporta tranquilidad en situaciones complejas. Sin embargo, es importante que la población vea que el desarrollo tecnológico y su uso corren en paralelo a la aparición de nuevas formas de delincuencia. Ya existen campañas que apuntan al correcto uso de redes sociales, porque si se comenta en Facebook o Twitter, “voy saliendo de vacaciones”, se deja la casa completamente expuesta. De hecho, hay una cifra muy interesante que dice que el 46% de las personas que usan el ciberespacio ha sido alguna vez víctima de un delito informático, un porcentaje bastante alto si pensamos que se trata de una cifra a escala global.


_ ¿Qué se puede hacer ante este escenario en que la tecnología se torna un arma de doble filo?
_ Tanto las tecnologías que permiten simplificar las formas de delinquir y los delitos informáticos, plantean el desafío de que la policía pueda hacer frente a estos fenómenos, y responder ni siquiera de forma paralela sino que, ojalá, con un paso adelante. Sobre todo en el caso de los delitos informáticos que tienen un crecimiento exponencial: encuentras hoy la forma de solucionarlos y mañana aparecen cinco nuevos. Otro aspecto relevante es mirar la vulnerabilidad de las personas, porque la gente siente que está súper protegida en la Red, y no es así, las transferencias electrónicas, por ejemplo, hay que hacerlas desde un sitio seguro. Es bueno masificar ese mensaje porque nos hace estar más atentos y a la larga, menos expuestos.


_ A propósito del otro eje de la investigación, ¿cuál es el nivel de preparación en Latinoamérica para enfrentar desastres naturales, como el que vivió Chile con el terremoto de 2010?
_ Se están realizando esfuerzos por enfrentar de manera más adecuada las situaciones de desastres, aunque predomina lo reactivo más que lo preventivo. Lo destacable es que a nivel regional se han organizado plataformas y redes de ayuda, que contribuyen a la recolección de información, y por ende, a la gestión de emergencias. Una de las fortalezas de este estudio es su libre acceso y que al hacer un diagnóstico a nivel latinoamericano, permitirá aprender de distintas experiencias. Además, servirá como una fuente de información confiable y actualizada sobre buenas prácticas en la región y estará disponible para organismos y organizaciones de seguridad pública.

 

Revise Infografía y también el Informe Ejecutivo del Proyecto. 

 

* Nota publicada el miércoles 26 de noviembre de 2014.-

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