Paloma Miranda, académica del Departamento Educación: “Hay percepciones comunes entre los buenos profesores sobre el aprendizaje y la enseñanza”

 

Por Cristian Soto Suazo

Para conseguir este objetivo, los académicos del Departamento de Educación, Paloma Miranda y Jorge Marchant, realizaron el proyecto “Qué saben y qué hacen los mejores profesores de la U. de Santiago, Hacia el mejoramiento de las prácticas docentes del profesorado universitario”. Iniciativa que se concretó gracias al “Concurso Proyectos de Innovación Docente 2011”, convocado por la Vicerrectoría Académica de la Universidad.

A continuación, en entrevista al Departamento de Educación Usach, la docente Paloma Miranda habla acerca del proyecto realizado junto al profesor Jorge Marchant, sus apreciaciones, perspectivas y conclusiones del estudio realizado en parte del profesorado usachino.

¿En qué consistió el proyecto “Qué saben y qué hacen los mejores profesores de la U. de Santiago”?

El objetivo principal fue construir un perfil del buen profesor para el contexto de la Universidad de Santiago de Chile (Usach). En este sentido, se ha desarrollado el proyecto que tuvo tres grandes etapas. Primero se realizó un análisis cuantitativo de las características de los “buenos profesores”, en relación a los análisis de Currículum Vitae y cuestionarios. Luego de esa etapa seleccionamos a 77 profesores que cumplían los requisitos y criterios de un buen profesor universitario. Ese grupo de docentes selectos fueron invitados a participar en el proyecto, de los cuales, aceptaron 36. Los datos de estos profesores fueron analizados estadísticamente.

En una segunda etapa se hicieron entrevistas en profundidad y observación en clases. Tras jerarquizar la información, se seleccionaron e invitaron a doce profesores, de los que siete aceptaron ser entrevistados. En la observación de clases solo cuatro respondieron la invitación para entrar en sus cátedras.

En General, ¿Cuáles fueron los resultados del proyecto?

El análisis cuantitativo arrojó, a grandes rasgos, que las características de estos profesores no pueden ser estandarizadas, de hecho, en un comienzo pensamos que encontraríamos patrones comunes, pero la diversidad es muy amplia. Por ejemplo, en la Universidad hay profesores por hora, por jornada, hombres, mujeres, etc., desembocando en que no hay un perfil estándar de buen profesor.

Tras las entrevistas en profundidad, nos dimos cuenta de que hay percepciones comunes entre los buenos profesores sobre el aprendizaje y la enseñanza. Ellos desarrollan estrategias de educación y evaluación muy similares, generalmente tienen una concepción abierta del proceso de aprendizaje, y una visión más tradicional de la enseñanza. Además, en su quehacer, estos académicos siempre vinculan el aprendizaje con el mundo laboral.

Como estrategias de enseñanza todos los docentes evaluados ocupan una estrategia que podría ser llamada tradicional, esta es, la clase expositiva, estos profesores son expertos en clases expositivas. Asimismo, en al ámbito de las calificaciones a los alumnos, ellos coinciden en que una concepción de la evaluación está en concordancia con lo que se ha enseñado en clases y son partidarios de una revisión transparente, clara y justa.

¿Qué le pareció la participación de los docentes en el proceso de evaluación?

Me parece bien que hayan accedido estos cuatro profesores, puesto que el tema de la observación en aula es complicado, incluso para los mejores profesores de la universidad. Para esto existen muchos motivos, y yo no voy a cuestionar a mis colegas porque no quieren que una persona entre en sus clases.

En términos generales, sin referirse a nuestros profesores, en el ámbito de la investigación en Educación, el área menos explorada es el de la enseñanza en aula. Esto tiene que ver básicamente con que los profesores son reticentes a que otras personas entren a sus cátedras. Lo hasta aquí descrito no es el caso del proyecto, puesto que, la literatura explica, en general, que el profesorado siente que ha sido muy vapuleado en términos de evaluaciones y consideraciones que se hacen de su trabajo, como que siempre son los profesores los que hacen todo mal; que los niños no aprenden porque los profesores son malos, que no aprendieron lo que deberían en la Universidad, etc. Según la literatura especializada, siempre hay incertidumbre frente a una evaluación externa; sin embargo, esto no es aplicable a nuestros profesores.