
La migrante que se convirtió en profesora de Educación Básica
Por Marco Fajardo
La peruana Brigitte Vásquez es una de las flamantes tituladas de Educación General Básica (EGB) y la primera extranjera tras rendir su examen de grado este mes. Su pasión es enseñar y el apoyo de su familia chilena ha sido clave para poder estudiar.
Ella tiene 23 años, es de Juanjui, en el noreste amazónico de Perú. Tras la separación de sus padres, llegó a Chile con su progenitor, comunicador audiovidual, en 2001, después de vivir también un tiempo en Bolivia. Vive en la comuna de La Florida, donde terminó su enseñanza media en el Chilean Eagles College.
Como migrante, a veces la única en su curso, "tuve algunas dificultades, pero he logrado sobrellevarlas. En general mi experiencia fue buena".
Aparte de la docencia, le gusta el inglés y dibujar.
Ser profesora
"Siempre quise ser profesora, desde la Básica, desde chica. Supongo que me atrajo el poder ayudar a otros. Siempre fui buena en la escuela. Mis compañeros me pedían ayuda, 'enséñame esto, no entiendo esto'. Ahí me fui acostumbrando y me pareció bonito poder enseñarles a otros. La gente cuando entendía algo se ponía tan feliz", cuenta para explicar por qué quiso convertirse en docente.
Tras estudiar un año de Historia en la Universidad Academia de Humanismo Cristiano ("me gustó, pero no era lo mío"), ingresó a la U. de Santiago en 2013, motivada por la malla curricular, especialmente la opción de las dos menciones: "Lenguaje y Comunicación y Comprensión del Medio Social" y "Matemática y Comprensión del Medio natural". Ella hizo esta última.
Como no logró beca alguna por su nacionalidad, fue clave el apoyo de la pareja de su padre, una matrona a la que ella le dice "mamá". Además Brigitte trabajó el primer año como garzona en un restaurante chino de su barrio.
En su carrera "me gustó el ambiente, mis compañeros, también los profesores por la recepción que dan. Yo tenía dudas de si podía ser docente por mi carácter, pero una profesora me dijo 'tú tienes las capacidades, inténtalo', y de a poco me fui convenciendo. Me gustó la calidad de persona de los profesores", comenta.
De la universidad destaca "quizás la visión más humanista, o social que tiene y que intenta inculcar en sus estudiantes".
"Aquí la gente tiene diferentes perspectiva de las cosas, pero no te las imponen, las conversan, me gusta mucho eso".
Práctica con niños migrantes
Vásquez cursó sus cuatro prácticas en los colegios Nuestra Señora del Huerto (San Joaquín), Liceo República de Brasil (Santiago Centro), Liceo Ruiz Tagle (Estación Central) y Escuela República de México (Santiago Centro), con cursos de primero a cuarto básico. Hoy hace clases de reforzamiento de matemática en un colegio de Puente Alto.
"Poder interactuar con los estudiantes fue muy bueno, porque puedes ir viendo qué tan bien están tus capacidades, como el control de aula, y saber cómo te ven los estudiantes", dice.
Finalmente, en el último colegio tuvo un contacto directo con niños migrantes de Perú, Colombia y Venezuela. Gracias a su propia condición, "podía hablar con ellos con más propiedad de algunas cosas. Había una mayor cercanía, porque les decía, 'yo cuando llegué aquí me pasó lo mismo', y hablar ciertas cosas que ellos a veces se guardaban. Algo entendible, porque yo llegué más o menos a la misma edad. Entendía ciertas cosas que les pasan".