
“Pensando la diversidad e interculturalidad en la U. de Santiago”
“Por una nueva globalización pensada desde la diversidad” fue el nombre del conversatorio que realizó el Centro Intercultural para la Investigación y Transformación Educativa Ragin Wenu Mapu, en el Salón de Honor de la Universidad de Santiago.
La idea fuerza que marcó la jornada fue abrir los espacios de reflexión intercultural en la Casa Estudios y sociedad cotidiana y real, pues conocer y reconocer la diversidad de culturas es una tarea para lograr una globalización contextualizada en la diversidad que caracteriza la sociedad.
Dicha actividad se organiza en el marco del Proyecto Dicyt, “Interculturalidad en estudiantes de pueblos indígenas y afro descendientes de la U. de Santiago”, dirigida por la académica Elisa Loncon, en conjunto con la Dra. Gricelda Figueroa y el estudiante de la carrera de Pedagogía en Educación General Básica, Germán León Heuichaqueo.
Este proyecto busca abrir un espacio académico de debate de la interculturalidad, que cuente con la participación de los estudiantes en tornos a la diversidad, como espacio de expresión y de colaboración intercultural.
La intercultural es imprescindible en la construcción del conocimiento
En palabras de Figueroa, académica y directora del Centro Intercultural, con la globalización se tiende a pensar que “la interculturalidad se ha mundializado por los intercambios y las migraciones, pero no basta con la presencia de la diversidad para decir que ya estamos frente a un fenómeno intercultural; es necesario respetar al otro, reconocer sus derechos y para ello antes hay que conocerlo, valorarlo”.
Debido a esto, señaló la académica Loncon, la importancia de estos espacios de reflexión, porque “asumir la interculturalidad exige una postura ética frente a las desigualdades que afectan a los sectores minorizados, a quienes la sociedad homogénea no les respeta sus derechos. Estas asimetrías son de carácter social económicas, educativas y culturales y mientras existan no se puede decir que vivimos la interculturalidad”.
Según indicaron las académicas la interculturalidad es una herramienta valiosa en el plano académico, de la investigación y de la generación del conocimiento, puesto que colabora en la construcción de nuevos saberes, desde la diversidad y problematiza las verdades absolutas y, la colaboración intercultural es imprescindible en la construcción del conocimiento.
Reivindicación cultural dentro de la ciudad
Huichaqueo, ex miembro de la colectivo de estudiantes mapuches universitarios, mencionó que “la diversidad está, pero hay que exhibirla aún más en la ciudad porque es el punto de encuentro de las culturas. Las personas comparten identidades múltiples; pueden adherirse a grupos religiosos, políticos o pertenecer a un pueblo originario, pero sin perder la esencia individual. Existe una gran necesidad de agruparse y es la instancia de conocer al otro y valorarlo”.
A la par la académica e investigadora del Departamento de Lingüística, de La U. de Santiago, Dra. Eugenia Do Santos (Brasil), llamó a pensar la paz como un comportamiento y hacer una “otra y nueva Globalización” y, adoptar como un desafío el mejoramiento de los valores humanos para enfrentar las problemáticas, tales como: la explotación irracional de los recursos naturales, la pobreza, la discriminación, el genocidio silencioso de la hambruna, la esclavitud, entre tantas otras.
Por su parte, Enrique Antileo, de la Comunidad de Historia Mapuche de la Universidad de Chile y miembro de la organización Meli Wixan Mapu, se refirió a que la premisa de la humanidad siempre ha sido la diversidad, “siempre han existido las diferencias lingüísticas y culturales que son patrones que nos diferencian y, la respuesta de la humanidad hasta inicios del siglo XX es eliminar al otro o al diferente”.
En ese contexto, Antileo consideró, que se abre un cambio desde un giro teórico en donde “los derechos individuales ahora son derechos colectivos” y que “la Universidad es un puntual de diálogo para hacer transformaciones y generar posibilidades de ruptura social”
Seguidamente, Ralph Jean Baptiste, estudiante haitiano de Estudios Internacionales de la U. de Santiago y co-fundador organización "Somos haitianos en producción", expresó que “todos los seres humanos somos la misma clase de personas con la mismas esperanzas”. E invitó a los participantes del conversatorio a conocer otras culturas. Todos debemos abrir el cuadro porque estamos muy divididos”.
De igual forma, comentó las fechas importantes de su patria por ejemplo: que en 1789 fue la abolición de la esclavitud, que en 1791 fue la partida de la revolución haitiana y que en 1804 fue la fundación del Estado haitiano.
Ante ello, el otro exponente, Emmanuel Monpoint, médico haitiano y miembro de Integlo (Integración global), añadió que “nosotros estamos en Chile para mostrar la otra cara de Haití, estamos agradecidos de la acogida y debemos aceptarnos y estar unidos en la diversidad”. Según explicó Monpoint, el número de haitianos en Chile, ha aumentado colosalmente, “en el Censo de 2002 éramos 50 y el Censo de 2013 pasarnos a 1.675.
Este es el primero de tres conversatorios que están en la agenda del proyecto Dicyt, con el apoyo del Centro Intercultural. La organización de este primer conversatorio ha contado con la valiosa colaboración de los estudiantes de la carrera de Historia: Andrea Sato, Luis Guichard y Daniela Sáez, y a los que se están sumando otras y otros protagonistas de la comunidad, una comunidad que comienza a mirarse y re- conocerse, para así abrir este espacio epistemológico y ético como una prioridad formativa.
Fotos: Gentileza Hugo Salas