
Director del Departamento de Educación expone sobre aplicación de sistemas de gestión en enseñanza técnico profesional
Por Marco Fajardo
El director del Departamento de Educación, Saúl Contreras, expuso el pasado 29 de octubre en el Salón de Honor de la Casa Central de la Universidad de Santiago de Chile sobre la aplicación de procesos de gestión a los sistemas educativos, específicamente la enseñanza en la educación media técnico profesional (EMTP).
El académico presentó su ponencia “Sistemas de gestión de la calidad en el contexto de la Educación Media en Chile” en el comienzo de un ciclo de conferencias sobre Gestión y Calidad que congrega en la organización a académicos, de los Departamentos académicos de Educación, y de Tecnologías en Gestión, así como el de Calidad y Acreditación Institucional.
El programa del primer encuentro también incluyó presentaciones de la jefa de la División de Normas del Instituto Nacional de Normalización (INN), Claudia Cerda, y el director del Departamento de Calidad y Acreditación, Carlos Medrano.
Impacto social
Para el académico, una pregunta clave es si tiene el mismo impacto social implementar un sistema de gestión de la calidad (SGC) en la educación media científico humanista (EMCH) que en la educación media técnico-profesional (EMTP).
Hay que considerar que la EMTP concentra en mayor medida la matrícula de los quintiles de menores ingresos en comparación con la EMCH, lo que implica a su vez que las iniciativas, los proyectos, programas y acciones que tengan un impacto positivo en la EMTP van en beneficio directo de sectores de la población que más lo requieren, señaló.
Entre los problemas actuales en el sector, Contreras señaló que los actores de la educación (directivos, docentes, etc.) trabajan utilizando diversas estrategias por área, pero de modo fragmentado; y que gestionan de la misma forma frente a resultados negativos y, por lo tanto, estos resultados persisten.
Beneficios internos y externos
Para Contreras, una buena alternativa es la implementación de la Norma ISO 9001: 2008 a las escuelas en cuestión. El académico, citando un estudio de 2012, señala que los beneficios son tanto internos como externos.
En cuanto a los primeros, cita la implementación de procesos de estandarización y mejora, la generación de dinámicas de mejora continua, la provisión de un enfoque estratégico como fundamento para la planificación y una mayor participación de las personas. En tanto, los beneficios externos, apuntan al aumento de la credibilidad y reputación institucional dentro del sistema educativo y sus actores, junto a la mejor promoción y competitividad frente a otras instituciones educativas similares.
Con la implementación de esta norma se busca, entre otras cosas, sistematizar la experiencia para definir una metodología de implementación de la norma ISO 9001: 2008; ordenar y estandarizar los procesos claves de la organización; hacer un cambio de enfoque fragmentado hacia uno más sistémico y holístico (global); y medir los impactos de la implementación sobre la percepción y satisfacción de los usuarios y partes interesadas del sistema, además de otros indicadores de calidad.
Experiencia nacional e internacional
En cuanto a experiencias ISO 9001 en organizaciones de enseñanza media chilenas, destacó que existen pocos casos de implementación de la norma y estos están remitidos principalmente a la educación media científica humanista.
Asimismo, más allá de la certificación y en algunos casos la recertificación, no existe evidencia sistematizada de los impactos de estas implementaciones. Actualmente el grupo Calidad en Educación, de la Universidad de Santiago de Chile, se encuentra en fase de implementación de la norma ISO 9001: 2008 en uno de los colegios técnico-profesionales de Administración Delegada.
Objetivos
La implementación de la Norma ISO 9001: 2008 centrada en los procesos pedagógicos tiene varios objetivos. Entre otros, se cuentan los de sistematizar la experiencia para definir una metodología de implementación de la Norma ISO 9001: 2008, para establecimientos EMTP; ordenar y estandarizar procesos claves de la organización; y un cambio de enfoque fragmentado hacia uno más sistémico y holístico.
Además, se apunta a medir los impactos de la implementación sobre la percepción y satisfacción de los usuarios y partes interesadas del sistema, además de otros indicadores de calidad; y pasar desde la posición conformista, hacia la dinámica de la mejora continua.
Para Contreras, este cambio implica, en definitiva, co-crear una cultura de la calidad en la organización-comunidad educativa.
“Esto es un gran aporte para los objetivos institucionales que tienen que ver con la calidad”, aseguró. “Como institución somos pioneros en ello, hemos implementado y diseñado procesos de certificación en la gestión y queremos replicar este tipo de certificaciones a los establecimientos de educación media técnico profesional. Esto da cuenta del sello de nuestra Corporación”, concluyó.