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Con gran participación se celebró el Wiñol Tripantu, el Año Nuevo Mapuche, en evento organizado por el Departamento de Educación

celebracion mapuchePor Fernando Abarca y Marco Fajardo

Con una masiva participación de estudiantes fue celebrado ayer el tradicional Año Nuevo Mapuche en nuestra universidad, encabezado por la organizadora del evento, la académica Elisa Loncon, miembro del Departamento de Educación.

Al ritmo ceremonial de los tan característicos cultrún y trutruca, se realizó una rogativa por un mejor futuro para la comunidad universitaria, en consonancia con un respeto irrestricto a la Tierra. Loncon definió la instancia como una oportunidad para estrechar lazos culturales.

La fría mañana no fue impedimento para que un gran número de estudiantes de nuestra universidad participara activamente en la celebración. El gélido día pasó a segundo plano, ante los sones ancestrales de los instrumentos del pueblo araucano, que fueron tomando vida. Así, al ritmo ceremonial de los tan característicos cultrún y trutuca, la académica Loncon, quien encabezó las actividades, comenzó a rogar por un futuro mejor para la comunidad universitaria, en consonancia con un respeto irrestricto a la Tierra.

Ellos “son generosos y andan en búsqueda de un sentido distinto de la educación, que sea más abierta a los saberes de los pueblos”, reflexionó la académica sobre el entusiasmo de los jóvenes.

“Vamos a renovar energías, sacarlas; rogar por los estudiantes y encontrar la forma de estar más cerca de la naturaleza, protegiendo la Tierra”, exclamó Loncon, abogando para que cada día haya más integración entre los representantes de los pueblos originarios presentes en nuestra Institución.

Tres paradas

La celebración consideró tres paradas.

Se inició en el acceso principal a la Corporación (cerca del Planetario) y tuvo como objetivo expulsar a los malos espíritus, para descargar ese sector donde se producen expresiones de violencia, por la constante acción de Carabineros.

Allí, decenas de estudiantes se fueron incorporando a la danza, al ritmo del cultrún y la trutruca.

La siguiente estación fue un huerto realizado por estudiantes, en las inmediaciones del Departamento de Historia.

En el lugar, Elisa Loncon explicó que las semillas representan el nacimiento, por lo que es necesario rogar para que la tierra sea y permita que germine todo lo que sea plantado en ella,

La última detención se efectuó en el patio colindante al Departamento de Educación. En torno a un canelo -el árbol sagrado para el pueblo mapuche- se realizó un nuevo culto, esta vez pidiendo porque el tiempo mejore, se acabe la contaminación y abra paso a la lluvia.

Alrededor de cincuenta personas presenciaron como la cultura mapuche muestra su veneración por el canelo. Maíz, trigo, harina tostada y mote son alguno de los alimentos que hoy nutren la tierra que cobija a tan atávico árbol en el patio del Departamento de Educación y que alberga los mejores deseos de prosperidad y respeto.

“Todo fue en base de granos. Se sirvió mote, trigo, harina tostada, muday y agua. El agua fue especial porque fue utilizada para pedir lluvia. Agradecemos a la Tierra por todo lo que ha dado, ofrendándole los granos recibidos”, afirmó Loncon.

Añadió que se pide para que “haya un buen año, para que vaya bien la vida, que las metas que se trazan las personas se cumplan, y que haya buena convivencia en la comunidad” en consonancia con el cuidado de la Tierra.

Pasan la posta

Expresó la académica que desde el 2010 que se celebra el Wiñol Tripantu en la universidad y que ella, como académica del Departamento de Educación, siempre se ha encargado de convocar a la comunidad. Pero, esta vez, quiso que los estudiantes tomaran gran parte del protagonismo, para incorporarlos a este sentir pleno de todo el valor cultural que tienen las tradiciones del pueblo mapuche.

Tras ese objetivo, la ceremonia se realizó de manera conjunta con la Federación de Estudiantes (Feusach), considerando la entrega a un dirigente, Jordan Carvajal, del tradicional wiño o madera con que se juega el palín, y un cultrún a una estudiante.

 “Lo ideal es que en los próximos años sean los estudiantes quienes convoquen a la celebración, por eso se hizo un traspaso de elementos simbólicos de la cultura mapuche”, señaló Elisa Loncon.

Sobre la amplia convocatoria que tuvo la actividad, la académica se mostró agradecida, destacando que el grado de participación responde a que los jóvenes hoy desean una universidad más inclusiva, y eso comprende a las culturas originarias.

“Los chicos son generosos y andan en búsqueda de un sentido distinto de la educación; que sea más abierta e inclusiva, abriendo espacio a los pueblos originarios y sus expresiones. Así se estrechan lazos culturales sólidos, los que deben cultivarse para que no desaparezcan”, concluyó.

La voz de los participantes

María Huichalao fue la “ñaña” que dirigió la ceremonia en el patio del Departamento de Educación. Para ella “es importante llegar a la universidad, porque estaba perdida enteramente la identidad mapuche. Es bueno que se reconozca la validez que tiene el pueblo mapuche. Concientizar es importante, porque solos no podemos luchar”

Felipe Calderón, vicepresidente de la Feusach, otro de los participantes, explicó su presencia en virtud de su cargo político pero también su origen mapuche.

El dirigente se mostró contento con el transcurso del acto y destacó la participación de “gente de muchos centros de estudiantes, gente que igual no conoce mucho de la cultura, otros que sí un poco, pero no completamente. Que vengan y se muestren con respecto, con ganas de recoger información y de escuchar, se agradece siempre porque ayuda en el avance del reconocimiento de los pueblos originarios”.

“Si bien estamos en un área geográfica que se llama Chile, sí acá hay distintos pueblos, y esa es una de las cosas que se tienen que reconocer”, indicó. “Hay otros países que han avanzado en este reconocimiento, que en Chile no se da, y es bonito ver de parte de los compañeros y las compañeras de la universidad que haya este acercamiento”.

Otro participante destacado fue Martín Cárdenas Llancamán, estudiante de Filosofía de la Universidad Alberto Hurtado, quien tocó la trutruca durante todo el evento. Invitado por Loncon, llegó también porque su pareja, Cristina Paillal, es estudiante de la Universidad de Santiago.

“Nos preocupa recuperar cosas que eran parte de nuestras familias y que por temas históricos nos quitaron en aspectos de cultura y educación”, explica. “Yo, como muchos jóvenes, me crié hablando castellano pero estoy aprendiendo mapudungún”.

Por su lado, Carolina González, estudiante de Educación Básica, explicó que su asistencia se debió a que tiene amigos que son parte de la comunidad mapuche. “Creo que la diversidad cultural es un hecho. Como decía una compañera, hay que quitar la mentalidad eurocentrista de nuestras mentes y de nuestra cultura”

Para González el evento que “maravilloso”. “Dependiendo el tipo de conexión que uno mantiene, creo que el flujo de energía uno lo puede captar”.

Más tarde, a las 14:00 horas, se realizó el conversatorio “Interculturalidad y Educación Superior”, en el auditorio de Bachillerato. Allí expuso Silvia Castillo, doctorado en Ciencias de la Educación Mención Intercultural, y Norma Hueche, del colectivo KomKimMapuzuguayin.

El evento fue presentado por el director de Departamento de Educación, doctor Saúl Contreras, y moderado por Loncon.

El miércoles, en tanto, a las 15:00 horas, estaba programado el foro “Historia de la lucha del pueblo mapuche” y el taller “Educación Intercultural y la escuela”, en el Foro Griego de Humanidades (Las Sophoras 135). En ese mismo lugar se iba a exhibir, a las 19:00 horas, la obra de teatro: "Bonzo: En guerra con Chile".

Las actividades fueron organizadas por el Departamento de Educación, el colectivo “Pedagogías Organizadas” de la universidad, los centros de estudiantes de las carreras de Historia y Estudios Internacionales, así como la Vocalía de Cultura de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Santiago (FEUSACH).